La noche del martes 17 de junio, el director de Seguridad Pública del municipio de Tocumbo, Michoacán, Martín Peña Guerrero, fue asesinado a balazos mientras se encontraba en una gasolinera, a la entrada de la cabecera municipal.
Según reportes preliminares, el mando policial se encontraba acompañado por otro agente cuando un grupo de sujetos armados arribó en un vehículo y abrió fuego contra ellos. Los agresores se dieron a la fuga inmediatamente después del ataque, y hasta el momento se desconoce la condición del segundo oficial que lo acompañaba.
Este hecho se suma a una preocupante escalada de violencia que sacude la región. Apenas un día antes, en el municipio de Tingüindín, se registró un ataque armado frente a la Presidencia Municipal, donde un agente de policía y un civil perdieron la vida. La cercanía temporal y geográfica de ambos ataques ha encendido las alertas entre las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Tras los hechos, elementos de la Guardia Civil, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional desplegaron un operativo de seguridad en diversas zonas del estado. Durante estas acciones, las autoridades detectaron artefactos metálicos tipo “ponchallantas” en tramos carreteros estratégicos, presuntamente colocados para impedir el avance de los convoyes oficiales.
Horas antes del asesinato en Tocumbo, la alcaldesa de Tepalcatepec, Martha Laura Mendoza Mendoza, y su esposo Ulises Sánchez fueron asesinados a tiros cuando salían de su domicilio particular poco antes del mediodía.
Tan solo el pasado 6 de junio, el alcalde de Tacámbaro, Salvador Bastida García, fue asesinado a balazos por un sujeto armado mientras llegaba a su vivienda a bordo de su vehículo particular, en un crimen que también continúa bajo investigación.
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