Alan Martínez Durán, conocido como “El Primo”, se ha convertido en el blanco principal de las autoridades estatales y federales en Michoacán, al ser señalado como el principal instigador de los actos violentos en Zinapécuaro y Queréndaro.
Las operaciones de inteligencia indican que ya se han estrechado los cercos en sus áreas de movilidad, lo que ha resultado en golpes significativos a su red delictiva, incautando vehículos, artefactos explosivos y un arsenal considerable.
Recientemente, la violencia atribuida a “El Primo” se evidenció con el asesinato de tres trabajadores agrícolas en Ojo de Agua de Bucio, quienes fueron víctimas de un ataque armado.
Estos hechos se suman a la escalada de agresiones entre facciones rivales, incluyendo la célula de Los Correa, aliados del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y contrarios a Martínez Durán.
En respuesta a estos incidentes, se han intensificado los operativos para desmantelar la estructura criminal de “El Primo” y lograr su captura. Durante estos enfrentamientos, elementos de la Guardia Civil y de la Guardia Nacional repelieron una agresión de un grupo armado ligado a este líder criminal.
A pesar de que los agresores lograron huir, las autoridades desactivaron un campamento narcotraficante y aseguraron un arsenal, que incluía un dron y munición diversa.
En una acción conjunta, se cateó un domicilio en Zinapécuaro, donde se encontraron más explosivos y armas de alto calibre. Entre el armamento destacó un fusil Barrett calibre .50, capaz de penetrar blindajes. La cooperación entre la Guardia Civil, el Ejército y la Guardia Nacional continúa siendo fundamental en la lucha contra el crimen organizado en la región.
“El Primo”, también identificado como “El Comandante X”, ha sido parte de los grupos criminales más notorios de México y, aunque el CJNG domina gran parte de Michoacán, las autoridades han puesto especial atención en su captura, así como en la de otros grupos delictivos que agudizan la violencia en el estado.
A pesar de que “El Primo” operaba anteriormente bajo el CJNG, su ruptura con dicho cártel y su alianza con Cárteles Unidos han marcado un nuevo capítulo en la lucha territorial. Las autoridades continúan sus esfuerzos para detener a este líder criminal y aplacar la ola de violencia que azota a Zinapécuaro y Queréndaro, puntos estratégicos para el crimen organizado en Michoacán.
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